Sinopsis:
Sandra no sabe qué pasa, a sus quince años la comida empieza a saber a cenizas, el agua es lo único que la refresca, y el tremendo surgimiento por comer a uno de sus compañeros de clase la está matando. Y cuando defino comer es literalmente.
—“Uno no puede controlar el deseo de la gula”— Es lo que le dice Irwin, el nuevo chico de la escuela inclinándose en su oído. Algo los une y separa, algo los hace diferentes, ¿especiales? Tal vez… pero muy peligrosos.
Hola, encuentro muy interesante tu blog.
ResponderEliminarMe encantaría poder leer este libro pero el enlace no funciona. ¿podrías arreglar el link?
Muchas gracias